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viernes, 23 de septiembre de 2011

ES QUE NO APRENDEMOS. LA PRIMERA CRISIS DE LA HISTORIA.



Hace ahora unos 10.000 años, se vivió la primera "recesión" de la historia, provocada al    parecer por el mismo tipo de pensamiento de las actuales:

A alguien se le ocurrió que en vez de ir por los bosques a recolectar bayas y frutos, podían provocar que un trozo de tierra los produjera y concentraron la producción de alimentos en una sola parcela. A eso lo denominaron “vaya usted a saber” pero ahora lo llamamos agricultura.

La producción rápida de productos, provocó que todos decidieran dedicarse “a eso” y abandonar la pesada búsqueda de recursos por los campos. Al parecer el sistema era mucho mejor ya que los esfuerzos para conseguir los alimentos eran mucho menores.

 Nadie salía a buscar los alimentos al bosque, era de imbéciles hacerlo, ya que los que no se movian de su pequeña parcela conseguían muchos más alimentos.

Un día se produjo una terrible tormenta que arrasó con todos los alimentos que se encontraban en las parcelas, cómo nunca habían pasado por una situación como esa, se inventaron una palabra para definirla: “CRISIS” y rápidamente culparon a los Dioses y a la Madre Naturaleza del suceso. Posiblemente debido al hecho de que si alguno de los provocadores de la “crisis” aceptaba su culpabilidad tenía muchos puntos de lo ajusticiaran inmediatamente En aquella época se ve que ya habían inventado los juicios rápidos tipo "el que la hace la paga" algo que actualmente está en completo desuso.

Consultaron rápidamente a los Dioses, ¿en qué os hemos ofendido? ¿qué podemos hacer para agradaros?. Cómo se ve que a los Dioses no les gusta que los culpen de algo que no han hecho, decidieron ofrecerles un sistema para la salida de la “crisis”, que aunque no funciona continuamos aplicando:

  1. No es culpa mía.
  2. No es mí problema.
  3. Ya os apañareis.
  4. (Y lo más importante) Ya que me pedís que lo arregle:Tenéis que sacrificar para mi solaz a unos cuantos inocentes.

También es mala suerte que en 10.000 años no hayamos encontrado una mejor fórmula para atajar las crisis que sacrificar a los inocentes. Quizás es que como nunca son unos inocentes los que provocan las crisis, estos nunca son sacrificados.

martes, 13 de septiembre de 2011

¿PERO QUIÉN QUIERE CAMBIAR?

Se relaciona la creatividad con la posibilidad de adaptarse a los profundos cambios sociales y a que podamos evolucionar hacia un nuevo paradigma donde las personas pueden producir más valor en su actividad no laboral, que en su horario de trabajo.

Existe una clase creativa que marca la diferencia entre la progresión o el estancamiento social y esto se consigue gracias a que una determinada empresa, ciudad, país o sociedad sea capaz de atraer o no el talento creativo.

Dijo una vez Richard Florida:  “Nosotros, como seres humanos, conseguimos un enorme incremento de la productividad cuando nos situamos unos junto a otros”. Posiblemente esta idea sea la que genera y atrae talento en determinadas empresas, ciudades o países.

Claro que esta situación, presenta algunos problemas, hemos de aceptar que el talento es heterogéneo, excéntrico y crítico. El talento quiere decidir que hace, si al talento no se le deja actuar, se va a otra parte.

Y estoy plenamente seguro que necesitamos del talento para generar ese cambio que es necesario para poder salir de esta maldita crisis. Ese talento lógicamente no se encuentra en quién quiere que las cosas funciones cómo hasta ahora, y lo quiere  porqué hasta ahora las cosas les han funcionado bien. Cómo van ha realizar un proceso de cambio aquellos que han vivido muy bien en la situación que deseamos cambiar, estos intentarán de todos los modos posibles poner parches al sistema, simplemente porqué el sistema actual  les es beneficioso, y tienen dudas de sí un nuevo sistema les continuaría beneficiando.

Los turistas vienen a Barcelona en gran parte por Gaudí, y vienen porqué lo que hizo era diferente a lo que hacían los demás, ¿piensan ustedes que podemos generar más valor haciendo siempre lo mismo?.

Ya basta, no podemos continuar con un sistema donde unos cuantos digan que “No queremos cambiar” sólo por que a ellos les guste ese estilo de vida, mientras miles de ciudadanos estén en la calle diciendo que a ellos no. Y encima se les solicita colaboración obligatoria para mantenerlo.

En relación con la frase de Florida, el máximo exponente de la aversión al incremento de productividad se produce entre nuestros políticos, donde de ninguna forma son capaces de intentar situarse unos junto a otros, ya que la defensa del statu quo de cada uno, se basa en la pérdida del contrario. Y la orientación hacia el objetivo horizonte viene distorsionada por ataques laterales que obligan al desvío de las acciones necesarias para la mejora y a tener que realizar acciones de defensa para evitar la pérdida de lo que tienen, olvidándose de lo que queremos no es lo que tenemos.

Tengan ustedes por seguro que:
“Los hombres, arios, heterosexuales, católicos, de aproximadamente 50 años, con un sueldo superior a los 90.000 euros y un aceptable status social"
¡¡NO QUIEREN CAMBIAR NADA!!  

Y seguramente deberemos buscar en otra parte.