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martes, 23 de agosto de 2011

¿Alguien se cree lo de la motivación externa? Diario de un gato

Como soy un gato, me motiva la caza.

Pero no soy un gato salvaje, soy un gato que ha conseguido domesticar a un humano para que me proporcione comida todos los días, si este se olvida, le hago arrumacos y maúllo hasta que se da cuenta que no tengo comida y me la proporciona. Mis necesidades son muy simples, comida, agua y una caja de arena, de vez en cuando un desparasitador y unas vacunas para evitar cierta enfermedades.

El otro día mi humano domesticado se encontraba en salón hablando con otro humano al que llamaba amigo.

-         “Si me tocara la primitiva, dejaría inmediatamente el trabajo, y me dedicaría al dolce far niente”.

El otro humano que le acompañaba también precisó:

-         “Yo haría exactamente lo mismo”.

Decidí irme a un sillón apartado a lamerme las patitas. Y mientras lo hacia, pensaba para mis adentros ya que tengo dificultades en pensar para mis afueras.

Están locos estos humanos, a mí me ha tocado la lotería ya que he cubierto a base de domesticar humanos mis necesidades, ellos trabajan al parecer sólo por que les proporciona dinero para su subsistencia. Mi trabajo siempre ha sido la caza, pero yo no he dejado de acechar, perseguir y atrapar a moscas, mariposas, cucarachas, alguna lagartija, cuando hay suerte un ratoncillo y si bien sólo puedo acecharlo, al canario de nuestro vecino humano.

A mí, el humano domesticado, me pone la caza en un plato. Pero yo continuaré cazando, por qué me gusta mucho cazar. No entiendo que la actividad que rige sus vidas y a la que llaman trabajo no les guste, ha de ser horroroso que el trabajo sea para ellos como un baño para mí, pero ya he demostrado al humano a base de arañarle que no preciso que me bañe, y ya no lo hace.

Sé que los humanos piensan que con gusto me comería al canario del vecino, nada más lejos de la realidad, el canario me proporciona siempre la posibilidad de acecharlo, si me lo comiera se acabaría la diversión, ya que creo que aún no les he dicho que yo disfruto cazando.

A mí la caza me proporciona placer y no entiendo porqué a los humanos que conozco, no les proporciona placer su trabajo.

Puedo estarme horas acechando al canario del vecino, creo que no entienden que lo hago y lo hago bien, por qué disfruto mucho haciéndolo. Y pienso que mi humano domesticado y ese al que llama su amigo no deben realizar muy bien su trabajo ya que estoy convencido de que es imposible hacer bien las cosas que no te gustan. Por cierto: Que mala vida deben llevar.





1 comentario:

  1. Me ha encantado el enfoque que le das a la historia, efectivamente los humanos no poseen gatos, son los gatos los que poseen humanos.
    Para tu solaz, mira mi historia de un pajarillo contada en tercera persona: http://tribunaavalon.blogspot.com/2010/10/mira-las-consecuencias-de-tus.html

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