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lunes, 1 de agosto de 2011

Decidir en Asistencia Sanitaria.

Roger Callao.

Es absurdo asegurarlo todo. Nunca me ha pasado por la cabeza asegurar las camisas por si se rompen o se manchan (os garantizo que si lo quisiera hacer, encontraría una póliza para hacerlo), no he asegurado la bicicleta pero en cambio si he asegurado el coche "a todo riesgo". ¿Porque "hago" o quizás "hacemos" estas cosas?. Qué nos lleva a asegurar el coche por robo y no lo hacemos con la bicicleta: Pues seguramente el que podemos permitirnos volver a comprar una bicicleta, pero no tenemos suficiente dinero para comprarnos otro coche.

Imaginemos que tuviéramos un seguro público de nuestros bienes (todos) y que la póliza extendido incluida en el IVA de los mismos. ¿No reclamaríamos el importe de la bicicleta si nos la roban?. Vaya, que parece que en el caso de una póliza de seguro que nunca adquiriríamos si la tuviéramos que pagar, se utiliza cuando la sensación es que tenemos derecho a hacerlo.

Por poner un ejemplo: Cuando compramos un ordenador portátil, encontramos que en algunos casos nos ofrecen un seguro por rotura, robo, etc. Pero muy poca gente la contrata. Si este seguro (unos 100 euros) estuviera incluido en el precio, posiblemente haría que eligiéramos otro portátil de las mismas características 100 euros más barato.

Mucha gente tiene la capacidad de asumir el coste de un resfriado, de una amigdalitis o un esguince de tobillo y posiblemente aceptaría no estar asegurado por estas patologías, si le garantizan rapidez en una prótesis de cadera si la precisa, (que de todos modos se le debe proporcionar un día u otro, a no ser que...     ...esperando se muera antes).

¿Qué coste tiene para la sanidad asumir las patologías banales?, Aquellas que estaríamos dispuestos a "pagar" nosotros. Imaginad que el famoso descuento de 400 euros del IRPF, hubiera ido ligado a eliminar alguna prestación que nunca hubiéramos adquirido en el caso de tener que pagarla. Parece que van siendo hora de que decidamos nosotros, como clientes, qué servicios queremos y cuáles no, en lugar de dejar que otros decidan cuales nos convienen y cuales no en relación a unos baremos exclusivamente economicistas ...

NOTA: Esto es una idea, por lo tanto no es buena ni mala, pero la he intentado elaborar desmontando el pensamiento y las directrices de la situación actual.

Parece que hay una diferencia importante al decidir: ¿Qué le conviene a la sociedad? o ¿Qué le conviene a la economía?. La economía sólo puede actuar como límite y no como base para la decisión.

Hay una clara diferencia en "cuánto valen las cosas" y "cuánto cuestan las cosas", Hay procedimientos y/o tratamientos que su relación valor/coste es elevadísima, como es el caso por ejemplo de la vacuna de la viruela, dónde el coste de todas las vacunas que se usaron, sólo representa una ínfima parte del valor que ha generado su utilización. Debemos ser críticos con las políticas de costes, ya que un ahorro puede representar una gran pérdida de valor. Si dejamos que las decisiones sólo estén influenciadas por la necesidad de la reducción de costes, los resultados pueden ser nefastos.

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